domingo, 30 de diciembre de 2012

PEDAGOGÍA CIENTÍFICA




Monumento a Pedro Aguirre Cerda, Presidente de Chile entre 1938 a 1941, cuyo lema fue: Gobernar es educar y dar salud al pueblo. Se encuentra al final del Paseo Bulnes en el centro de Santiago. ARR.Añadir leyenda


PEDAGOGIA CIENTÍFICA
No es posible que la Pedagogía se embrolle en múltiples teorías. Tampoco la Psicología o la Antropología, por si acaso. Para ser científica y estar al día es necesario que se desarrolle en el ambiente propicio, a manera de glía propiciatoria, en la tierra fértil del evolucionismo que integra a modo de un hilo conductor para el mejor entendimiento tanto del estudio, investigación, enseñanza y divulgación, a la manera que Aída Parada la concebía (Educación experimental, la llamaban).
¿En qué momento la Psicología se separó de las ciencias biológicas y se integró a la llamadas "humanidades"?. Se puede entrar a un laberinto de teorías y posiciones explicativas y supuestamente útiles, que de utilidad sólo tienen para confundir al estudiante con el ego de un innovador aporte de algún otros gurú de aparición reciente.
Ha llegado el momento por si aún no se han hecho los intentos de volver a integrar los estudios de las pedagogías a los principios de la evolución a través de los de la Selección Natural y Sexual. Se ha dado el absurdo en este país que han aparecido en el 2011: 7 y más Programas de Educación Sexual para los colegios de Chile propiciados por el Ministerio de Educación, que pueden ser elegidos -si es que estima que lo necesita- o no. Como si la Educación Sexual, no fuera sólo una y asentada en sólidas bases científicas desde hace qué montón de años.
La Pedagogía es también una ciencia, o debe aspirar a serlo, al estar sujeta a estudios, investigación, experimentación, comprobaciones, por tanto sometida a cambios, a evolución.
Para más detalle una visión restrospectiva, histórica, relativamente reciente se puede ver en este mismo blog : AÍDA PARADA HERNÁNDEZ. C. 5: Algunos Aportes de su Actividad Académica.

Los principios de Darwin están impregnado la economía, la ingeniería, la medicina, ¿ por qué no la pedagogía?. No digan después que no se les advirtió.
La ciencias, y entre ellas la biológica (ciencias de la vida o biología) avanzan de tal manera que podría comparararse a una progresión logarítmica, cada vez acercándose, aproximándose más, hay que reconocerlo, a la verdad. La comprensión y aplicación de ella por el humano van muy lentas, más aún si no se simplifica su enseñanza, adecuándola a las nuevas tecnologías que se van apareciendo, para hacerlas más atractivas, más entretenidas.
La misma computación va perfeccionándose y complicando tanto que sus aplicaciones y sus resultados podrían llegar a ser incomprensibles, aún para los más avezados. Porque aún en los más preparados puede superar la capacidad de entender su procesamiento y quizás hasta sus respuestas.  Por ésto cada vez más se va a requerir un enfoque centrado en la necesidad de reconocimiento de nuestra condición hominida de cazador-recolector, frente a tales avanzadas exigencias abstractivas. Mayor razón para que investigue, compare, nuestra real condición biológica, sus reales alcances y necesidades y no se la abrume con exigencias fuera de sus capacidades de asimilación.  
Estos párrafos han sido inspirados y elaborados teniendo a la mano el  artículo "La enseñanza de la ciencia en un mundo que cambia", del Prof. Paul Dehart Hurt, de la Universidad de Stanford. Aparece en la Revista de Educación, nº 1 (nueva época), págs. 4 a 8, Santiago de Chile, octubre de 1967. Revista publicada por el Ministerio de Educación.





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